¿Qué cualidades del sonido debes tener en cuenta?

Antes de adentrarnos de lleno en la explicación de las cualidades del sonido, primero tienes que conocer qué es la música y de qué está compuesta, qué significa una composición musical y por último el significado del sonido.

La música es el arte de estructurar, delicada y razonadamente, una composición armoniosa de sonidos y silencios. Durante todo este tiempo la música ha servido para expresar los sentimientos, las creencias y las emociones de las personas a través de esta mezcla de sonido y silencio.

Una composición musical se trata de un conjunto de sonidos agradables, efusivos y claros que cuenta con una configuración determinada y un significado en coherencia con los principios de la melodía, la armonía y el ritmo. En definitiva, una composición musical está compuesta por una melodía y un acompañamiento, y esos dos elementos deben estar en armonía y consonancia para que produzca un efecto agradable al escucharlo.

La melodía que constituye una composición musical es sonido, y éste consiste en una percepción o sensación provocada en el aparato auditivo por un cúmulo de agitaciones o vibraciones que se difunden a través de un medio elástico. El sonido está determinado por cuatro cualidades que son, la duración, el timbre, la intensidad y la altura. Éste se distingue del ruido porque el sonido se puede medir a través de sus propiedades y el ruido no.

Las 4 cualidades del sonido

Una vez ya te hemos explicado todo lo necesario sobre la música y su relación con el sonido, pasamos a descubrirte las cuatro cualidades del sonido que permiten que éste sea medido y además capaz de producir armonía al conjugarlas.

1. Altura: Es la facultad que tiene el sonido para diferenciar entre sonidos graves o sonidos agudos. La altura es dependiente de la frecuencia con la que la onda sonora vibra, es decir de la reiteración de sonidos. La onda sonora se produce cuando un instrumento en fricción con el aire vibra y se produce el sonido. Esta frecuencia de vibraciones se mide en hercios. La altura máxima que puede alcanzar el oído humano está entre 16.000 a 20.000 Hz y la altura mínima más o menos entre 16 y 20 Hz, por eso todos los sonidos que se encuentren por encima o por debajo de estos límites no pueden ser percibidos por las personas.
2. Intensidad: Es el nivel de potencia con el que sonido llega a nuestro oído, y viene determinada por la extensión de la vibración. De forma sencilla, digamos que es el volumen del sonido y su métrica es a través de decibelios, por lo cual se puede diferenciar entre un volumen bajo, medio o alto del sonido.
3. Duración: Es el tiempo que el sonido está produciendo vibraciones, es decir es el periodo que dura el sonido. Podemos encontrar sonidos extensos y duraderos en el tiempo, sonidos que poseen una duración intermedia y por último pequeños sonidos. La composición de distintas duraciones de sonido nos lleva a crear ritmos.
4. Timbre: Es la particularidad innata de todos los sonidos. El timbre no está compuesto solamente por las cualidad anteriores y es inseparable de ellas, sino que además es definido por la causa del sonido, como pueden ser los instrumentos de madera o metal y la manera en la que se produce este sonido, por ejemplo a través de frotación, soplado o pulsación. El timbre reconoce la fuente que genera el sonido debido a la apariencia de las ondas, sosteniendo que bajo las mismas premisas, el sonido producido será parecido al anterior. Esta cualidad del sonido, no se puede medir, sólo describir.